Este rompecabezas es el hermano gemelo de Starwood, las únicas diferencias están en el uso de un único color y en la forma de las piezas que dejan de ser redondeadas.
Su perfecta simetría en cada uno de los ejes y la especial forma que distinguen las figuras de los ejes de las del resto puede hacer que dediquemos un buen tiempo a entender la misma. Es muy importante este tiempo puesto que nos ayudará a la hora de montar el rompecabezas una vez hayamos separado sus piezas.
El primer reto, aunque es sencillo, consiste en separar las piezas. Se ha considerado un reto fácil puesto que no es evidente y requiere de un mínimo de prueba para descubrir el secreto. De nuevo, es muy importante prestar atención a estos detalles. Una vez queda desmontado el rompecabezas empieza el verdadero desafío: dejar el rompecabezas como estaba.
Aunque la simetría facilite el rompecabezas, la manejabilidad del mismo no es sencilla, requiere de buen pulso y de no hacer movimientos innecesarios. Existen varias soluciones (casi infinitas). Teniendo en cuenta estos factores, este rompecabezas tiene una dificultad de 2 alta, cerca del 3 pero le faltaría un plus de dificultad en alguno de los aspectos que tenemos en cuenta para merecerla.
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